CAVEA
El Teatro se construye bajo el patrocinio de Agripa, yerno de Augusto, a caballo entre los años 16 y 15 a.C., cuando la Colonia fue promovida como capital provincial de la Lusitania. Al igual que el edificio contiguo del Anfiteatro, el Teatro se edificó parcialmente en la ladera de un cerro, lo que abarató sustancialmente los costes de su fábrica. El resto se erigió en obra de hormigón forrada de sillares.

Aunque los romanos no eran muy aficionados al teatro, una ciudad de prestigio no podía dejar de contar con un edificio para los juegos escénicos. El de Augusta Emerita fue especialmente generoso en su cabida: unos 6.000 espectadores.
El hemiciclo de la cávea está dividido en tres sectores destinados a diferentes clases sociales. El sector preferente, la ima cavea, es el más próximo a la escena, aunque delante del mismo había otras tres filas de asientos, cubiertas de mármol y con anchura generosa, que estaban reservadas para autoridades políticas, religiosas o militares. Estas tres gradas de honor se delimitan por un pretil de mármol, tras el cual corre un estrecho pasillo, praecintio, en el que se inicia la ima cavea. Esta parte inferior, en la que se situaban las clases sociales más acomodadas, tiene veintitrés filas de asientos y se subdivide en cinco sectores radiales (cunei) delimitados por escaleras y, a nivel horizontal, por un corredor (praecintio) que lo separa de las graderías superiores. Con una dotación oportuna de pasillos, escalinatas y puertas, el tránsito de espectadores era cómodo y fluido. Seis vomitorios en su parte superior dan acceso a un corredor semicircular cubierto por una bóveda anular que facilita la entrada y salida por dos puertas en sendos extremos. Más arriba, la ima cavea finaliza con un murete, llamado balteus, en el que se abren otros cinco vomitorios que comunican directamente con el exterior y que además marcan el punto de arranque de pequeñas escalerillas, scalae, que enlazan el praecintio ya citado con otro que discurre delante del balteus. En la base de esta imma cavea se dispuso durante la época de Trajano una capillita (sacrarium) destinada a las ceremonias del culto imperial .

Las caveas media y superior (media y summa cavea) poseen cada una cinco filas de asientos, están separadas mediante otro balteus y sustentadas por un complejo sistema de arcos y bóvedas de cañón. El acceso a los mismos se realizaba por una escalinata común en contacto con el exterior, aunque de estos vomitorios tan solo quedan sus huecos sin bóvedas, que dividen las gradas superiores en siete tramos, conocidos popularmente como Las siete sillas y que durante siglos fueron la única parte visible del conjunto teatral. En total, en el exterior trece puertas facilitaban el acceso y evacuación de los asistentes al teatro.
La deteriorada grada superior o summa cavea, donde se sentaban era lo único que emergía del edificio antes del inicio de su excavación en 1910. Al quedar arruinadas desde antiguo las bóvedas de los accesos, sólo quedaban en pie los siete cuerpos de sus gradas, lo que dio lugar a que los emeritenses bautizaran a esas ruinas como las Siete Sillas.





