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EL PUENTE ROMANO

Fue la primera construcción que se hizo en la ciudad romana de Emerita Augusta para proteger estratégicamente a la colonia de posibles ataques y comunicar la provincia de la Lusitania con el sur de Hispania.

puente romano

La obra se elevaba en la antigüedad sobre el río a lo largo de dos tramos separados por un tajamar. Hoy en día, el puente tiene una longitud de 790 m y descansa sobre sesenta arcos, de los cuales tres permanecieron ocultos hasta finales de los años 1990, cuando las obras de regeneración de los márgenes del río los dejaron al descubierto.

Desde la fundación de la colonia Augusta Emerita en el 25 a. C. la ciudad se constituyó como el centro más importante de la red de comunicaciones del oeste de la península ibérica, tanto por su rango de capital de la provincia de Lusitania como por la facilidad de atravesar el río Guadiana que otorgaba su enorme puente de piedra. Así, la calzada de la Vía de la Plata que cruzaba Hispania de norte a sur por el oeste y los caminos que se dirigían a Olissipo (Lisboa), Corduba, Toletum o Caesaraugusta (Zaragoza) se juntaban en Mérida y debían atravesar su puente.

El puente se levantó al mismo tiempo que se fundaba la colonia, en las últimas décadas del siglo I a. C., y es la obra que determinó el emplazamiento de la ciudad.​ Así pues, la construcción data de la época de Augusto, aunque la significación que ha tenido este paso a lo largo de la historia y sobretodo las grandes crecidas del Guadiana que periódicamente han ido deteriorando la obra han hecho que el puente actualmente este compuesto  por  un conjunto de partes diversas muy diferentes de lo que debió ser su aspecto original..

Del análisis del puente se ha llegado a la conclusión de que consta de tres tramos bien diferenciados. El primero, desde la ciudad hasta el primer descendedero aguas arriba, que se llama del Humilladero; el segundo hasta el descendedero de San Antonio, que se sitúa del mismo modo, y el tercero hasta el final del puente.

El primer tramo corresponde a los diez arcos iniciales y es el que ha sufrido menos remodelaciones y por tanto conserva mayor originalidad. El segundo tramo, que abarca el centro del cauce del río, ha sido el más expuesto al desgaste natural del río y a la destrucción por parte del hombre y es el que ha experimentado numerosas reconstrucciones siendo la del siglo XVII la más importante

El tercer tramo, aunque parcialmente remozado, conserva gran parte de la obra original.. Comparte con el tramo inicial el paramento de sillares almohadillados y proporciones similares en arcos y pilas. Este último tramo se inicia en el descendedero de San Antonio, del siglo XVII y termina en la margen izquierda del rio.



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