Lunes, Mayo 06, 2024
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Condiciones de vida

 

Si queréis saber cómo se aloja, id , por ejemplo, a la rue des Fumiers, que está casi exclusivamente habitada por esta clase; entrad, agachando la cabeza, en una de esas cloacas abiertas sobre la calle y situadas por debajo de su nivel. Hay que haber bajado a esos pasadizos donde el aire es húmedo y frío como en una caverna; haber sentido deslizar vuestros pies sobre el suelo sucio, haber temido caer en ese fango, para darse una idea del sentimiento penoso que se experimenta al entrar en la vivienda de esos míseros obreros. De cada lado del pasadizo, y por consiguiente, debajo del suelo, hay una habitación sombría, grande, helada, cuyas paredes rezuman agua sucia… Entrad, si el olor fétido que se respira ahí no os hace retroceder.… Un jergón, una manta formada con harapos guarnecidos de franjas, claramente lavada, por que es la única; a veces sábanas, a veces una almohada, he ahí el contenido del lecho. No hay necesidad de armarios en esas casas.”

 

 

 

A. Guepin, Historia del movimiento obrero.

 

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