Jueves, Abril 25, 2024
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La ciudad industrial (II)

 

«Así son los barrios obreros de Manchester ... Resumiendo el resultado de nuestra peregrinación por esta localidad, debemos decir que los 350.000 obreros de Manchester y sus suburbios habitan casi todos en cottages malos, húmedos y sucios; que las calles de estos barrios están en el peor estado y la mayor suciedad, sin ningún cuidado por la ventilación, y dispuestas sólo con vistas a la ganancia del constructor; en una palabra, podemos decir que en las habitaciones de los obreros de Manchester no es posible ninguna limpieza, ninguna comodidad ... que en esas habitaciones sólo una raza no ya humana, degradada, enferma del cuerpo, moral y físicamente rebajada al nivel de las bestias, puede sentirse feliz y a su gusto ... Y quiero exponer lo que dice un liberal... "Cuando estuve en las habitaciones de los trabajadores de las fábricas de Ancoats, de la ciudad irlandesa y de la 'pequeña Irlanda', me asombré de que fuese posible conservar una salud tolerable en tales viviendas." Estas ciudades -ya que lo son por la extensión y el número de sus habitantes- han sido construidas con una falta absoluta de cuidado respecto a todo, excepto la utilidad inmediata de los especuladores que las construían ... Y, en general, estas calles están sin empedrar, con un montón de estiércol y una charca en el medio; las casas están construidas con el muro en común y sin ventilación o posible desecamiento, y familias enteras viven amontonadas en el rincón de un sótano o en un desván.» 

 

Engels  F.: La situación de la clase obrera en Inglaterra. 

Ed. Júcar, Madrid, 1979, págs. 78 y 79.