Viernes, Marzo 29, 2024
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Orígenes culturales del nacionalismo alemán

El nacionalismo arranca desde finales del XVIII con la figura de Herder , figura vinculada al movimiento prerromántico alemán Sturm und Drang, que establece las bases del pensamiento nacionalista alemán. La defensa de la singularidad de las naciones y la creencia de la existencia de un espíritu propio de cada nación surgido a través de la historia de los pueblos y definidor de sus características fundamentales , el volksgeist, legitimará las nacientes aspiraciones nacionalistas en Alemania.

 

Otros pensadores alemanes irán desarrollando esta idea aportando nuevos planteamientos . Friedich von Schlegel (1772-1829) con sus estudios lingüísticos, añadió la noción de que la lengua es el elemento determinante de la raza y fundamento de la nacionalidad.

En esta vía iniciada por Herder , los hermanos Grimm , Jakob  Wilhelm, crearon una serie de cuentos infantiles que se inspiraban en la mitología germánica, de los que Blancanieves, Caperucita roja o la Cenicienta son los más conocidos. Esta nueva forma de literatura otorga una gran  importancia al folklore alemán como base de la cultura y la identidad nacional. Aquí podéis leer uno de sus cuentos , Los tres pelos de oro del diablo.

Un heredero de esta línea de trabajo que se sumerge en la cultura popular es el músico Richard Wagner que eleva la antigua mitología nórdica a la categoría de principio nacional. El pasado mitológico germánico se introduce en el imaginario colectivo alemán a través de la cultura, especialmente la música. La tetralogía El anillo del Nibelungo representa el logrado intento de elevar los contenidos mitológicos a la categoría de arte revitalizando el acervo cultural germánico

Desde otra perspectiva  Johann G. Fichte . sostenía que de todos los pueblos civilizados de Europa , sólo los alemanes conservaban una lengua propia original y no como otros pueblos que se habían embrutecido por el uso de una lengua derivada de diversas fuentes. Fichte se sentía orgulloso de la pureza racial de la que podía hacer gala el pueblo alemán, no como Francia o Inglaterra que era el resultado de diversas mezclas a lo largo de la historia. Por ello la lengua nacional era la expresión de la pureza racial y por lo tanto representa el alma indisoluble de la nación.

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